Microrrelato: olor a mandarinas
El relato de hoy va de profesiones bien hechas. Auténticos artesanos que se esmeran día a día para generar el mejor producto; por dar lo mejor de si mismos. Espero que te guste. Olor a mandarinas El olor a mandarinas impregnaba sus dedos que estaban cubiertos de una ligera costra blanquecina. Día tras día, desde las ocho de la mañana hasta que llegaba la noche no hacía otra cosa. Toma una nueva pieza de fruta, corta levemente la cáscara, hace una pequeña pinza con el pulgar sobre la hoja de metal sujetando la piel y tira con fuerza. Tres cortes y el cítrico está listo para ser colocado en una bandeja de polipropileno. Después de treinta años es uno de los más respetados de su profesión tanto de día como de noche. Y es ahí donde perfecciona la técnica, un pequeño corte bajo la uña, hace pinza con el pulgar y tira con todas sus fuerzas. El mejor obteniendo información. ¿Te gustó el microrrelato?...