Relato: materia prima

Materia prima

    Un par de puntos rojizos brillaban junto a la cortina del salón. Con la respiración acelerada, Claudia estaba sentada en el suelo abrazándose las piernas con las manos cubiertas de sangre.

     —Señorita, nos han llamado para denunciar bastante ruido, ¿se encuentra bien? —dijo Elisabeth iluminando su cara con la linterna.

     —Ha llamado la vecina de abajo, ¿verdad? Esa zorra envidiosa.

     —Discúlpeme pero las preguntas las hago yo. ¿Está sola?

     Claudia miró hacia su izquierda y Elisabeth siguió su mirada con la linterna. Un cuchillo jamonero estaba a unos pocos centímetros de su pie. Siguió recorriendo el suelo donde un pequeño río de sangre poco a poco iba ganando caudal. Una zapatilla torcida con su inquilino aún unido a ella hizo que levantara la luz de golpe para volver a iluminar la cara de Claudia. Sacó su pistola y la apoyó debajo de la luz.

     —¡No se mueva y coloque las manos sobre su cabeza!

     —Usted no lo entiende. Me tiene envidia. ¿Y llama a la policía porque le pido un poco de arroz? Está loca.

     —¡Que ponga las manos sobre la cabeza!

     Dio un par de pasos hacia donde estaba sentada y con el lateral de la bota alejó el cuchillo.

     —¡Que voy! —espetó colocándose las manos en la nuca.

     Elisabeth colocó el extremo de la linterna entre sus dientes y sacó las esposas. Con un movimiento rápido las colocó sujetando las muñecas de Claudia. Sujetó el metal y tiró hacia arriba para incorporarla.

     —Tienes derecho a per…

     —Este año lo tenía. ¿Sabes?

     —...manecer en silencio.

     —La mejor materia prima tirada a la basura porque esa arpía no quería darme un poco de arroz. ¿Sabes que llevo años quedando segunda en el concurso de morcillas del ayuntamiento?
relato materia prima

 

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Photo by Inkiipow on Unsplash

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